El tiempo es oro y a nadie le gusta perder el tiempo. Para preservar los medios financieros de que disponemos, son necesarios disciplina, estrategia y un compromiso serio.
Antes de empezar a realizar compras precipitadas, piense detenidamente en su situación financiera. Haz una evaluación básica de tu presupuesto actual: cuánto ganas, cuánto dinero te quedará después de cubrir tus obligaciones (facturas del hogar, préstamos…), gastos de comida, combustible, salud y educación. Después de eso, puedes pensar en excursiones, compras y entretenimiento.
Observe de cerca todos sus ingresos y gastos para que pueda comprender más fácilmente a dónde podría estar yendo su dinero.
Haz una lista, gracias a la cual controlarás más fácilmente tus gastos. Comience por evaluar su presupuesto actual y sus gastos futuros. Priorizar los gastos empezando por los inevitables (electricidad, comida, agua). Determine qué se puede ahorrar y cuánto.
Establezca objetivos financieros específicos, como crear un fondo de emergencia, depositar en una cuenta de ahorros o invertir en la compra de una propiedad. Es importante tener una meta. Tus objetivos te ayudarán a concentrarte mejor. Intenta reservar al menos el 10% de tus ingresos para ahorro o inversión.
Revisa tus gastos mensualmente y trata de optimizarlos siempre que sea posible. Si puedes deshacerte de algo que ya posees, hazlo. Probablemente haya formas de vivir sin el último teléfono, jeans o servicios innecesarios. Concéntrate en las cosas que tienen valor y te benefician.
Ahorra siempre que puedas. Si no tienes la disciplina necesaria, constrúyela. Abra una cuenta nueva en la que no pueda acceder a su dinero durante un período de tiempo determinado. Así, podrás ganar una cantidad determinada cada mes y tenerla a tu disposición al final de un periodo determinado. Cuando se trata de dinero, la disciplina es clave y la emoción asociada a una compra no debe prevalecer.
Reúnase con un asesor financiero. Si no puede arreglárselas solo, los asesores financieros están disponibles para aconsejarle sobre dónde y cómo ahorrar o invertir mejor. El dinero ahorrado se puede incrementar mediante inversiones. Explore diferentes opciones de inversión, como acciones, bonos o fondos indexados.
Tenga cuidado al solicitar un préstamo. Casi todos los españoles tienen préstamos, lo que por supuesto no es malo cuando la decisión se toma de forma adecuada y reflexiva. No se apresure a aceptar el primer préstamo que le ofrezcan. Estudia detenidamente el mercado, los tipos de interés, las penalizaciones que puedas tener por amortizar tarde o temprano.
Si necesitas dinero, puedes confiar en eliges.es porque sólo trabajamos con entidades de crédito autorizadas.
Crear una cultura financiera. No olvide adquirir conocimientos sobre dinero. Existe mucha literatura en el mercado, por lo que reducirás el riesgo de un posible fraude financiero y tomarás la decisión correcta cuando sea necesario. Además, existen una serie de grupos en las redes sociales donde se realizan seminarios y consultas sobre diversos temas financieros.
Guarda lo que puedas. ¿Cómo puede suceder esto?
Usa el transporte público. De esta forma podrás ahorrar tiempo perdido en atascos, costes de combustible y consumibles del coche.
Ahorrar electricidad. Puede que te suene una tontería, pero además de ser un problema global, el uso excesivo de electricidad está afectando gravemente a tu bolsillo. Por ejemplo, puedes sustituir (si aún no lo has hecho) la iluminación de tu casa por bombillas LED, puedes plantearte invertir en electrodomésticos con una mayor calificación de eficiencia energética.
Compre sabiamente. No es ninguna vergüenza comparar las ofertas de los productos deseados en diferentes cadenas de tiendas. Todos los folletos ya están online y con unos pocos clics podrás ver dónde encontrar tu producto favorito al mejor precio. De esta forma, también ahorrarás tiempo en las compras. Intente hacer una lista específica y cúmplala.
Coma en casa con más frecuencia. A día de hoy es difícil decir qué es más barato, comer fuera o comer en casa. Pero si cocinas tu cena en casa y guardas un poco para el almuerzo del día siguiente, definitivamente ahorrarás.
Recuerde que la estabilidad financiera no se logra de la noche a la mañana. Es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y disciplina.